NOTAS HISTÓRICAS

ORÍGENES DEL COLEGIO

COLEGIO "GUILLERMO COTE BAUTISTA"

 

Sin ninguna duda, la institución más importante y útil de Toledo (N. de S.).

 

Sobre sus orígenes nada más gratificante que poder compartir con ustedes, la gentil colaboración del ilustre Profesor ROGERIO SÁNCHEZ S. (q.e.p.d.), con el siguiente artículo, escrito para la Monografía de Toledo (1995). Lo reproducimos en su totalidad por su valor histórico y por la rigurosa veracidad y actualidad del mismo.

 

1.1. “Vida y  Obra del  Colegio   Guillermo  Cote   Bautista[1]

 

Según consta en un folleto titulado “HISTORIA, HISTORIOTAS e HISTORIETAS” de Don José Tadeo Barreto, ya fallecido, el Rvdo. Padre TEODOMIRO VILLAMIZAR, fundó el primer Colegio en Toledo, con el nombre de “SAN LUÍS GONZAGA”, su vicerrector fue el exseminarista Don ROSENDO MARÍA FERNÁNDEZ, que fue Coronel del Ejército.  Este Colegio se extinguió totalmente.

 

La vida del Colegio GUILLERMO COTE BAUTISTA, viene desde 1948 cuando por iniciativa del Doctor JOSÉ GABRIEL CARRILLO JAIMES (q.e.p.d.), digno institutor graduado en Filosofía y Letras en la Universidad Javeriana de Bogotá, y mediante un proyecto de ordenanza presentado por el entonces diputado del Norte de Santander, Doctor GUSTAVO SÁNCHEZ CHACÓN, la Asamblea Departamental le dio luz verde a este prestigioso Centro Educativo en donde, a diario, concurren cientos de muchachos anhelantes de la ciencia y el saber.

 

Año de 1948.  El Doctor JOSÉ GABRIEL CARRILLO JAIMES, con un selecto grupo de profesores conformado por Don Rodrigo Antonio Torres F. (q.e.p.d.), Don Ignacio Miranda, Don Roque Abilio Hernández M., Doña Mirtha Mora, y el Rvdo. Padre CARLOS SAUL SOLANO, abrieron las puertas del Colegio con el Nombre de “SAN LUÍS GONZAGA” en las instalaciones que hoy corresponden a locales de Castiblanco Hnos.[2],  frente a la casa municipal de gobierno (esquina occidental), o esquina suroriental del parque municipal.

 

El Colegio inició labores con gran esplendor; la matrícula alcanzó la cifra de 95 alumnos distribuidos en tres secciones o grupos así: Quinto año de primaria, primero y segundos años de Secundaria.  A la par existía un Colegio para Señoritas denominado “SANTA TERESITA”, regentado habilidosamente por la Señorita Aura Guerrero, con un número aproximado de 40 alumnas.

 

Así transcurrieron dos años de vida del Colegio, en donde el saber y la alegría predominaban, el ambiente cultural brotaba como por encanto de las mentes juveniles.  Pero por circunstancias adversas e inexplicables, la buena marcha del Colegio se deterioró hasta casi su completa liquidación. El Doctor JOSÉ GABRIEL CARRILLO JAIMES,  había dejado la dirección del Colegio en manos del ilustre Pedagogo Don Marco Tulio Barreto (q.e.p.d.) y este distinguido profesor en compañía del profesor Jesús María Torres, hoy profesor de idiomas de la Universidad de Pamplona, sostuvieron la vida del Colegio.  El Departamento descargó, entonces su responsabilidad en el municipio que carecía de recursos.  Pero como el  pecado no está en caer sino en permanecer caídos según palabras textuales de su Digno fundador, el Doctor JOSÉ GABRIEL CARRILLO JAIMES, volvió a la palestra, se encargó nuevamente de la Rectoría del Colegio y en compañía de Don Marco Tulio Barreto y del profesor Jorge Abilio Mora, iniciaron labores con solo 16 alumnos.  Pese a las dificultades económicas, a la indiferencia oficial, el Doctor JOSÉ GABRIEL CARRILLO JAIMES, fue inflexible a ello, no retrocedió ante la resistencia opositora y prosiguió constante en sus anhelos de dotar a Toledo de un Centro Educativo que modelara esa masa marmórea, deforme de la Juventud Toledana.  La tarea a emprender no era fácil: había muchos escollos en el camino y se requería del eficiente valor para salir adelante en la reapertura del Colegio.  Los jóvenes preferían irse a coger café en las haciendas o atravesar la frontera con Venezuela en busca de otros horizontes.  Unos pocos ingresaban a los Colegios de Pamplona, en medio de las dificultades económicas, haciendo uso de las pocas becas que otorgaba el Gobierno, pero esto, quizás, no llegaban a cuatro.

 

Aguzaban los dardos de la política contra el poder del General Gustavo Rojas Pinilla.  Estaba en la Gobernación del Norte de Santander, el Doctor Gonzalo Rivera Laguado.  El Colegio carecía de medios para seguir su camino.  Era necesario buscarlos de alguna manera y no había más remedio que quitar el Centro Educativo, el nombre del Santo y ponerle el del mandatario con el fin de halagar su vanidad, ablandarle el corazón y obtener de él su dádiva.  Así sucedió: en adelante el Colegio se llamó  GONZALO RIVERA LAGUADO. El Doctor Gonzalo Rivera L. dotó al Centro  Educativo de los primeros pupitres, ya que los existentes eran de propiedad de los alumnos.  Pero como en los avatares de la vida nada queda incólume, el Colegio siguió dando saltos de casa en casa y, así recorrió el pueblo de norte a sur y de oriente a occidente hasta cuando finalmente halló su sede.

 

El municipio mediante un Acuerdo destinó la suma de once mil pesos y con este dinero el Doctor Carrillo J. hizo la negociación del lote en donde debían construirse sus instalaciones.  Pero el solo lote nada significaba para empresa tan grande.  Era un terreno escabroso, lleno de malezas y ninguna entidad oficial quería edificar por lo costoso de la explanación.  El Colegio funcionaba en una casona del costado occidental del lote y lo único que se podía hacer era sacar a los estudiantes a retozar en el.  Un día cualquiera se acercó a la población una motoniveladora de la Zona de Carreteras Nacionales manejada  por un señor de apellido Villegas, que resultó ser Inspector de Obras.  Acudimos a él para que nos hiciera la explanación, pero no accedió por temor de ser denunciado.  Nos insinuó que solicitáramos permiso a la Zona de Carreteras y que él gustoso haría la explanación.  El Doctor Carrillo, ni corto ni perezoso, procedió de inmediato a hacer la solicitud correspondiente.  Al poco tiempo teníamos un buen lote explanado.

 

Se hicieron las peticiones de explanación a Cúcuta, al alto Gobierno, a cuanto político se presentaba, a Ñó reimundo y todo el mundo (fueron muchas y nada se conseguía, excepto de las críticas de los pesimistas).  Por fin nombraron en la Secretaría de Educación a la Señora Cecilia Torres de Mogollón, a quien correspondió poner la primera piedra. Fue un acto solemne, con gran regocijo, al compás de la música y estallido de cohetes.  Pronto el Doctor Vela, empezó la construcción de cuatro aulas.  Todo iba bien hasta cuando de pronto irrumpió nuevamente la política y, fue así como, el Colegio tuvo cambios sorpresivos en sus directivas, lo cual trajo como consecuencia, un retroceso en las labores educativas, no por culpa de sus rectores, sino por la poca colaboración de las autoridades que se veían presionadas desde arriba tratando de torpedear la noble misión de los educadores. A ello se sumaba la falta de aprobación oficial del Colegio.  Los Inspectores dependían directamente del Ministerio de Educación y traerlos era casi un imposible.

 

Yo siempre he considerado que los Departamentos periféricos, excepto los de la Costa Atlántica, han estado siempre sujetos a discriminación oficial.

 

El Doctor GABRIEL CARRILLO J., buscó por todos los medios la aprobación del Colegio.  Viajó a Bogotá y allí por suerte se encontró en el Ministerio de Educación, con su ilustre compañero y amigo de labores, el Doctor Henry Serrano Uribe, quien era el Jefe de Normales a escala nacional. El Doctor Serrano recibió con beneplácito los planteamientos del Doctor Carrillo, y en breve una comisión de Inspectores de Educación se hizo presente en Toledo.  El Colegio contaba con 38 alumnos, y si mal no recuerdo, con este número se le otorgó la primera aprobación oficial.

 

Más adelante, al Colegio se le cambió el nombre de Gonzalo Rivera Laguado por el de “GUILLERMO  COTE  BAUTISTA”, en honor de este ilustre personaje que fue Senador de la República, y quien según dicen, dotó a los pueblos de Toledo y Labateca, con una planta eléctrica de 60 kilovatios y considerado como uno de los benefactores de Toledo.  Por aquella época de cambio de nombre del Colegio era Secretario de Educación del Norte de Santander el Doctor EDUARDO COTE LAMUS (q.e.p.d.) sobrino del Doctor Guillermo Cote Bautista.

 

El sinnúmero de exalumnos del Colegio Guillermo Cote Bautista se encuentra disperso a lo largo y ancho del país y parte de Venezuela, y no son pocos los profesionales que han pasado por sus aulas.

 

Hoy el Colegio Guillermo Cote Bautista es uno de los primeros Centros Educativos del Norte de Santander.  Recientemente fue galardonado con la Medalla “ANDRÉS BELLO” por su gran nivel académico. 

 

Se puede asegurar que las generaciones medianamente cultas de la población han pasado por los claustros del Colegio GUILLERMO COTE BAUTISTA.  De manera que su obra se considera grandiosa, redentora.  Y proseguirá cosechando triunfos a través de los tiempos, pues sus parámetros se enrutan por las sendas del Progreso."

 

Hasta aquí este valioso e importante texto del recordado Profesor Rogerio.


1.2 Un Editorial Interesante

 

En un ejemplar del periódico Adelante Toledano (enero-febrero de 1982) don Manuel Salvador Montañez Cabarico (q.e.p.d.), en respuesta a una "carta abierta" del  Colegio Guillermo Cote Bautista, publicó en sus notas editoriales algunos asuntos de importancia sobre el Colegio Guillermo Cote Bautista, especialmente por lo que toca a sus orígenes.

 

Veamos sus partes relacionadas:

 

E D I T O R I A L[3]

 

Sobre el escrito enviado a esta Dirección con el nombre de "carta abierta" publicado y distribuido con gran despliegue por personal del "Colegio Guillermo Cote Bautista" con fecha 11 de febrero de 1981, y aunque un poco extemporáneo, puesto que no lo habíamos podido hacer antes, manifestamos que carece de firma responsable, lo que quiere decir que no todos estuvieron de acuerdo con esa publicación; pues yo si creo que dentro de esa institución se encuentran importantes reservas intelectuales, tanto de alta alcurnia como de clase humilde, que no les era favorable inmiscuirse en esa clase de escritos; pero por supuesto que como este nos fuera entregado personalmente por el alumno Juan Luis Sepúlveda B. de 6o. de Bachillerato, debo referirme a él para hacer unas declaraciones y tratar de satisfacer algunas curiosas preguntas que se me hacen.

 

No pretendemos destruir (como dicen en su escrito) sino perfeccionar; por ejemplo: Por medio del periódico bogotano "ACCION SANTANDEREANA" de nuestro muy estimado amigo Dr. Luis Eduardo Sandoval, sugerimos entre otras cosas, uniforme para los varones de este Colegio (que como estaba no se veía bien); ahora ya los hemos visto mejor (aunque todavía no muy bien); también fue satisfactoria la presentación y disciplina de la Banda de Guerra del Colegio con que adornaron los actos espirituales durante la Semana Mayor y otros que se han sucedido de ahí para acá, y a propósito, eso ya nos congratula y nos obliga a expresar nuestras felicitaciones al Director del Plantel, ya que esto si va en adelanto de la institución.

 

Respecto a lo del primer mandamiento a que se refieren ustedes, no hubiera querido comunicarlo; pero aprovecho esta oportunidad para dejar constancia de algunos hechos que pueden significar algo relativo a este punto, por ejemplo: La Avenida del Cementerio fue iniciada por el Dr. Pedro A. Villamizar y mi persona, cediendo u obsequiando 48 metros dobles del solar que entonces era de mi propiedad del cementerio calle arriba y también la piedra  que en ese solar se hallaba, para la construcción de la misma; esto creo que es amor al pueblo.  2o. -Buena parte de textos para el Club de Amas de Casa iniciado por el Reverendo Padre Ortiz; creo que esto no podrá ser menos que amor al prójimo... cierto...?  3o.  El paredón que linda con el Colegio "Guillermo Cote Bautista" y que mide 36 metros de largo por tres de altura y cuya construcción le correspondía la mitad al Municipio, éste fue construido todo de mi propio bolsillo;  no es eso también amor y buena voluntad al Municipio...?  4o. Los 39 textos que le obsequiamos al Colegio "Guillermo Cote Bautista" para 39 alumnos que habían de primero bachillerato nocturno cuyos recibos tengo en mi poder, de los profesores Alberto Mora Mora y León Guillermo Castillo; (claro que sin contar las mujeres y los niños, como dice la Historia Sagrada) esto, don Juan Luis S. y compañeros, creo que no es persecución... sino amor al Colegio y al estudiantado; perseguimos, sí lo que puede dañar el prestigio y sano ambiente de esta Institución; porque le tenemos mucha estimación y cariño y aspiramos a que este plantel pueda ser uno de los mejores del Departamento Norte de Santander. 

 

Otro punto más, que puede ser el 5o. Como en una ocasión antes de ser integrado el Colegio, se había pensado mantener separados los sexos, consiguiendo local especial para las señoritas del Colegio "María Goretty", regentado en esa época por la señorita Carmen Gereda H. (hoy Religiosa) quien quiso y estaba interesada en convertirlo en Normal de Señoritas, para lo cual pensé contribuir con la suma de  $ 30.000.oo si era necesario para ese fin; pero no se le prestó apoyo a esa iniciativa, y aunque también vinieron unas Hermanas Religiosas solicitando el puesto o sitio para ellas hacer el edificio, tampoco se les paró bolas; entonces esos $ 30.000.oo que mencioné atrás los he dedicado ahora a la publicación de nuestro periódico "ADELANTE TOLEDANO" como contribución al progreso tanto material e intelectual como espiritual y moral del pueblo, que con la presente y creo última edición ya se cumple y sobrepasa el valor citado; ya pues, he cumplido con mi oferta, efectuada siempre con muchos sacrificios si se tiene en cuenta no obstante el estado delicado de mi salud y no contando con ninguna otra clase de colaboración que la de nuestro muy apreciado amigo don Arturo Vázquez R., Director de La Voz de Toledo, como reportero de nuestro periódico, y también de nuestros dilectos amigos; don José Enoc y Pedro León Cano como buenos animadores, y quienes se han caracterizado por su espíritu y entusiasmo progresista; y a propósito reciban todos ellos mis más sinceros agradecimientos.  

 

Debo resaltar de paso que tanto en Pamplona como en Cúcuta, fue muy bien recibido nuestro periódico, lo que nos satisface plenamente; bueno y todo esto se ha hecho repetimos, por cariño y amor y como un pequeño recuerdo al pueblo Toledano.

 

Ahora también pudiera retornarle la pregunta a don Juan Luis S., y ¿Ud. que pitos toca...?  Pero no lo hago porque creo que eso sería más bien como meterse uno donde no cabe.  En cuanto a su reacción casi que puede ser más bien natural que esta se produzca cuando el dedo llega a la llaga y cuando se pretende esquivar la realidad; además Ud. don Juan Luis S., dejó entrever desde un principio su inconformidad desde el primer número de nuestro periódico ya poniéndole fallas en tono despreciativo etc.  etc. (que cualquier periódico también las puede tener) lo que nos hizo creer que con nuestras publicaciones se sentía incómodo, y por eso tampoco es raro que como que hubiera tomado la delantera de ese escrito a que nos referimos, que con su vocabulario sin medida sí trata de lesionar nuestros derechos humanos; pero tampoco hago caso de ello puesto que todo el pueblo conoce mi conducta y como periodista tenemos que acostumbrarnos a todo; pero debe tenerse presente, que el buen periodismo no se hizo para elogiar y apoyar lo que va mal, sino para procurar enderezar lo que va torcido; lo interesante es permanecer y obrar con rectitud de conciencia.

Bueno y como no hay seguridad de volvernos a comunicar con nuestros amables lectores, les pedimos excusas por lo que no les fuera satisfactorio, y nos despedimos con una ligera inclinación de cabeza, deseándoles a todos un Feliz Año.

 

Chao...

 
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